La nueva identidad corporativa juega con los espacios negativos, “estando la “M” sin estar, de una manera sutil e inteligente”. “Los tres triángulos que conforman el símbolo responden al nuevo modelo de negocio, modelo que se basa en la alineación de tres intereses: empleados, clientes y accionistas; apelando al crecimiento conjunto”.
La tipografía elegida es la Futura, “evitando elementos decorativos y no esenciales, en línea con los valores definidos en la estrategia de marca”.
“Los colores corporativos han evolucionado a un nuevo verde más contemporáneo y que se comporta mejor en los distintos sistemas de reproducción. así como a un gris cálido que transmite solidez y gran presencia del blanco en el espacio”.