El símbolo creado por Ariana presenta una serie de formas de diamante dispuestas en la forma de una hoja de arce, símbolo oficial del país norteamericano, sin muchas más justificaciones. Según Ariana, “simplemente quería hacer algo sencillo”.
Dinero, esfuerzo y tiempo malgastados debido a una pésima gestión por parte de este gobierno. Canadá demuestra así que no da ningún valor a los profesionales del diseño de su país y que en vez de confiar en estos, prefiere explotar a estudiantes a cambio de tentadoras promesas de fama.
Me alegro mucho por Ariana, que sin duda conseguirá mucha proyección como profesional del diseño gráfico, pero es importante no perder de vista a los otros 300 diseñadores que no han recibido ni un solo céntimo por su trabajo.
El logotipo resultante podía ser peor, al menos es sencillo y funcional, a diferencia de las primeras propuestas presentadas. Personalmente creo que emplea una tendencia demasiado manida como son los polígonos coloristas, y también creo que debería haberse marcado una mayor diferenciación con respecto al logotipo del centenario, pero sea como sea, la verdadera tragedia no es el diseño final, sino que éste surge de un proceso engorroso, caro, e irrespetuoso.