Como si se tratara de un baile genial de la Faraona, Cruzcampo nos ha sorprendido con una campaña de las de pararse en el timeline. Con ella, la marca de cerveza sevillana refuerza su personalidad con un posicionamiento claro, la apuesta por las raíces: "El acento es tu tesoro". Un proyecto de la agencia Ogilvy y Metropolitana para la realización del deepfake.
Cientos de horas de trabajo. Miles de imágenes analizadas. Millones de euros de tecnología. Y al final, todo se resume en ese minuto de gloria que es un anuncio y donde lo que nos obnubila es la esencia. Lola Flores era branding en estado puro y por eso cualquier marca soñaría con asociarse al valor que aportaba. En este caso, la ganadora ha sido Cruzcampo resucitando su magia gracias a la tecnología "deepfake".
Una tecnología que no es nueva en absoluto, pero que aún mantiene ese halo de misticismo, entre el miedo y el "wow", que toda nueva tecnología provoca. Y aunque el deepfake suscita muchos temores y dudas éticas respecto a cómo sabremos en un futuro qué es verdad y qué no, ahora mismo es ese tipo de terreno pantanoso en el que la buena publicidad siempre triunfa. Todos hablaremos del momento en el que el deepfake dejó de ser algo extraño y entró en nuestras vidas con Cruzcampo. Universalizar la tecnología, explicarla para todos los públicos, también es algo memorable. Que se lo digan a Apple.