Su autor nos habla de la necesidad de crear un elemento “atemporal, versátil, memorable, diferencial” que conviva bien con las marcas de carácter más institucional y a su vez funcione como elemento común para fiestas de contenidos tan diferentes como una procesión religiosa o un carnaval callejero.
La marca presenta un símbolo construido con una letra “F” acompañado del logotipo Festes de València. Su autor nos describe una compleja justificación del porqué de este símbolo: