El objetivo del reposicionamiento era construir reconocimiento como Grupo, ofreciendo una imagen más fuerte y unida de cara a clientes, empleados e inversores, pero intentando preservar la reputación construida previamente por las marcas fusionadas en sus respectivos mercados, donde Vistra era percibida como más consultiva, personalizada y emprendedora y OIL era percibida como más operativa, estandarizada y madura.
Para hacer que este nuevo posicionamiento cobrase vida, Lippincott construyó una nueva identidad, con un nuevo símbolo símbolo – la flecha – que “representa el impulso hacia delante” según leemos en la web de la consultora. “Las capas transparentes y conectadas de la flecha sugieren colaboración, convivencia y unión, combinándose para conformar la “V” del nombre de la organización”.
También se ha actualizado la paleta de colores de forma unificada para todas las marcas.