En unos meses, Hasbro, fabricante del mítico Señor Potato, dará un salto cualitativo para hacer de este juguete una herramienta más inclusiva en cuanto a la igualdad de género. Será Potato sin más, de género neutro. Y aunque el Señor y la Señora Potato se seguirán vendiendo por separado, bajo esta marca nueva (aunque parece que el Sr. y Sra. seguirán apareciendo de una manera discreta), la gran novedad es que, además, se lanzará una nueva línea de producto sin el género marcado.
La propuesta es una Familia Potato donde cada uno configure su visión de la misma. Incluirá tres cabezas (dos adultas y una de bebé) y diferentes accesorios que permitirán crear singles, parejas heterosexuales u homosexuales, patatas no binarias, familias clásicas, monoparentales… y así, hasta el infinito y más allá. Sin duda, Hasbro apuesta por la evolución de un sector poco innovador en cuanto a los valores alrededor de sus juguetes. Quizá no lo había necesitado hasta ahora. Pero si hasta Barbie ha entendido que debe ser más inclusiva, incorporando en su familia rasgos de vitiligo o prótesis, es que quizá en el sector algo empezaba a oler a naftalina.
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